Cómo “ver” en las curvas ciegas en moto

El mayor placer de conducir una moto se siente al recorrer una carretera cuanto más revirada mejor. Las rutas más bonitas y transitadas lo son por la belleza del paisaje y el disfrute del motorista que siente activamente el piloto que lleva dentro. Las curvas son la parte más excitante de cualquier recorrido, pero también es donde la moto y el motorista están expuestos a mayores exigencias y por tanto cuando más precavido debe ser por su propia seguridad.

Hay curvas de muchos tipos que, en general y en función al radio de giro, se pueden catalogar como: lentas, medias y rápidas. Y además están las curvas ciegas (normalmente de paso lento en carreteras de montaña), que son en las que no tienes una visión completa del trazado de la carretera, normalmente impedido por la orografía o la vegetación que rodea la carretera.

Los cursos de conducción que MAPFRE Cuidamos tuMOTO ofrece a sus Socios inciden en cómo actuar ante cualquier tipo de curva. El informe de Fundación MAPFRE sobre la accidentalidad de los motoristas concluye que la mayoría de los fallecidos, un 41,3 %, se produce por salidas de vía. Los Socios participantes reconocen que es la maniobra que más mejoran en los cursos de conducción, al vencer el miedo natural a inclinar la moto en una curva. Con los cursos de conducción del Club, ganarás toda la confianza para inclinar la moto con total seguridad.

Cada curva exige adaptar la velocidad al trazado y tomar la inclinación adecuada. Si tienes una visión completa de la carretera, sabrás cómo actuar con antelación. El problema de las curvas ciegas es cuando ves cómo empieza, pero no adivinas a saber cómo transcurre y termina. Y la dificultad es doble si la curva exige cambiar de inclinación en plena tumbada por ser de doble radio, o también, ante un imprevisto por un obstáculo, un bache o la presencia de otro vehículo que circule delante de tu carril o por el contrario.

Todas las curvas se rigen por una norma general básica: adaptar la velocidad de entrada a su trazado, frenando previamente con la moto recta, para tomar después una inclinación segura a medida que recorres las curva. Y siempre deberás conducir con la vista puesta lejos, así sabrás adelantarte al tipo de curva que te está esperando. En el caso de una curva ciega, retrasar el momento de la inclinación, aunque modifiques el giro natural de la curva, es una técnica que te ayudará a aumentar la seguridad, al ampliar tu campo de visión sobre la curva antes de inclinar la moto. En función a si la curva ciega es a derechas o a izquierdas, deberás también tomar otras precauciones.

• En las de izquierdas, dispones de un mayor campo de visión a través del carril contrario, por lo que te será más fácil ver si la curva mantiene un radio constante, si se cierra, se abre o si hay algún obstáculo en tu camino. En cualquier caso, cíñete todo lo posible al exterior de tu carril y avanza con prudencia hasta que veas la trayectoria de la curva.

• En las curvas ciegas a derechas, tu campo de visión sobre la carretera es menor y no verás cómo transcurre el trazado ni lo que pudiera haber hasta estar bien metido en la curva, por lo que deberás estar más atento y tomar más precauciones. En este caso, no te ciñas al exterior de tu carril; colócate en el centro y no cierres demasiado la trayectoria que te lleve a acercarte con la moto inclinada a la línea del arcén, que es la zona más sucia de la carretera.

Por último, en las curvas ciegas debes tener también muy en cuenta la posible existencia de tráfico contrario. Lo que para ti es una curva a derechas, para tu contrario es a izquierdas. Y viceversa. Y si coinciden los tiempos de paso, extrema las precauciones anticipándote a cualquier peligro. En este sentido, las curvas a derechas son más peligrosas. Si el vehículo que viene de frente traza la curva mal, lo normal es que invada tu carril. Y aun tomando todas las precauciones, ten siempre presente que será inevitable que los camiones o autobuses invadan tu carril si la curva es muy cerrada.

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